viernes, 16 de abril de 2021

Primero de Bachillerato : Racionalidad Práctica. Criterio 8.

      LA RACIONALIDAD PRÁCTICA




3.1. Las teorías éticas

¿Qué es una teoría ética?

   La ética es la reflexión filosófica sobre la moral.

  • Estudia el origen y la conveniencia de los distintos códigos morales.
  • Sugiere hacia dónde debe orientarse nuestra conducta.
  • Analiza las consecuencias de nuestras acciones morales.
  • Nos ayuda a elaborar un juicio moral en caso de dilema.
  • Fundamenta la acción moral aunque ésta no plantee problemas

   Las teorías éticas son la exposición razonada de aquello que explica el comportamiento moral de las personas. Éstas suponen un esfuerzo del pensamiento por comprender la condición humana y ofrecen una explicación coherente y profunda de nuestras acciones.

Las distintas teorías éticas

   Aunque hay muchas teorías éticas, podemos distinguir tres grandes grupos:

  • Las éticas de los fines. Todas ellas parten de una pregunta: ¿cuál es el fin hacia el que orientamos nuestras acciones? Se interesan por el fin o las consecuencias de las que disfrutaremos si seguimos una serie de normas.

Unas teorías, como las de Aristóteles y Epicuro, defienden que el comportamiento humano se orienta hacia la búsqueda de la felicidad individual; mientras que otros pensadores, como Hume, Bentham o Stuart Mill, mantienen que se dirige hacia la búsqueda de la felicidad o utilidad del mayor número de personas posible.

  • Las éticas del deber. Estas éticas no se preguntan qué nos hará felices, sino a qué estamos obligados como seres humanos dotados de razón. Esta teorías parten de la pregunta: ¿cuál es nuestro deber? No están interesadas tanto por las consecuencias, sino por lo que la razón dicta que es lo más justo.

Las éticas del deber surgieron en torno a la figura de Immanuel Kant, y entre ellas destacan las de los filósofos existencialistas, como Jean-Paul Sartre, y otras posteriores basadas en el diálogo y la comunicación.

  • Las éticas actuales. Existen en la actualidad éticas centradas en problemas concretos de nuestro mundo, como la ética ecológica o ambiental o la bioética, así como las llamadas éticas posmodernas, que proponen romper con todo intento de elaborar cualquier tipo de teoría ética.
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3.2. Éticas de los fines. Aristóteles y Epicuro

El "eudemonismo" de Aristóteles

   Aristóteles (384-322 a.C.) escribió los primeros tratados sistemáticos de ética, en los que expone aquello que explica el comportamiento moral de las personas.

   Su teoría ética defiende que el fin último del ser humano, lo que explica su comportamiento moral, es alcanzar la felicidad. ... Felicidad es eudaimonía en griego, de ahí el término eudemonismo para referirse a su ética.

   Aristóteles sostiene que todos los seres humanos desean, por naturaleza, ser felices, pero es evidente que pocos lo consiguen. La principal razón es que toman decisiones equivocadas y confunden la felicidad con la ambición personal, la riqueza o el prestigio.

   Para no equivocarse, Aristóteles cree que es preciso hacer uso de la razón y no elegir la opción más beneficiosa a primera vista, sino la más prudente, la que se sitúa en el término medio entre el exceso y el defecto. ... Así, la persona prudente decide, sin cobardía ni temeridad, lo que es mejor para el conjunto de su vida y no lo que le conviene en el momento.

El "hedonismo" de Epicuro

   Otra de las aportaciones de la ética griega es el hedonismo de Epicuro (341-270 a.C.).

   Esta teoría defiende que el fin último del ser humano es alcanzar la felicidad entendida como placer. ...Placer es hedoné en griego, de ahí el término hedonismo para referirse a esta ética.

   Para Epicuro, el comportamiento del ser humano se explica en la búsqueda del placer y la evitación del dolor. ... Sin embargo, Epicuro no se refiere sólo a placeres y dolores corporales, sino también espirituales.

   El máximo de placer para Epicuro se encuentra en:

  • La tranquilidad de espíritu, una vez satisfechas todas las necesidades.
  • La ausencia de preocupaciones y de sufrimientos. Se trata de conseguir que la enfermedad, el destino o la muerte ya no nos preocupen.
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3.3. Éticas de los fines. Hume, Bentham y Stuart Mill

El "emotivismo moral" de David Hume

   Frente al individualismo epicúreo, el filósofo escocés David Hume (1711-1776) defendía que lo que explica el comportamiento moral del ser humano es alcanzar el gozo, el bienestar y la felicidad del mayor número de personas posible.

   Para Hume, no es posible ser felices en solitario; necesitamos la felicidad de los que nos rodean. Por esa razón, consideraba muy importante el concepto de simpatía y de cercanía hacia los demás.

   Asimismo, para este autor la ética es un asunto más de sentimiento que de razón, lo que se conoce como emotivismo moral. ... De esta forma, una acción moral es para nosotros buena o mala no porque la razón así nos lo indique, sino en función del sentimiento positivo o negativo que nos provoca.

El "utilitarismo" de Bentham y John Stuart Mill

   Como Hume, Jeremy Bentham (1748-1832) afirma que el ser humano actúa siempre movido por la búsqueda de la felicidad del mayor número de personas posible. Pero añade un nuevo concepto: lo que nos produce placer y felicidad es bueno y, por tanto, útil.

   Bentham introduce, asimismo, la posibilidad de medir los placeres, que se diferencian en lo que a cantidad se refiere y pueden ser ordenados jerárquicamente desde este punto de vista.

   Por su parte, John Stuart Mill (1806-1873) añade a la teoría utilitarista de Bentham que los placeres no sólo se diferencian en lo que se refiere a la cantidad, sino también en lo que respecta a la cualidad. ... Así, existen placeres superiores (morales e intelectuales) e inferiores (físicos).

   Puesto que el fin último es que el mayor número de personas en una sociedad alcance esos placeres superiores, no se trata sólo de lograr la mejora material de la sociedad; además, hay que ocuparse del desarrollo de los individuos y de sus intereses más profundos y permanentes, es decir, del progreso espiritual del hombre, que sólo es posible en libertad.

   El mejor sistema político será, por tanto, aquél que garantice la mayor libertad para los individuos y su progreso moral. Por eso, para Stuart Mill la democracia es la mejor forma de gobierno.

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3.4. Éticas del deber. Kant y el existencialismo

La teoría ética de Kant

   Frente a las teorías anteriores, que afirmaban que el criterio que guía el comportamiento moral es la búsqueda de la felicidad, del placer o de la utilidad, a finales del siglo XVIII, el filósofo Immanuel Kant (1724-1804) planteó una ética radicalmente diferente a todas las anteriores.

   Kant explica que nuestro comportamiento no debe basarse en buscar un premio o evitar un castigo, sino en lo que la razón nos dicta que es nuestro deber.  ... El deber consiste en actuar con buena voluntad. Esto significa hacer lo que hay que hacer, aunque de ello no obtengamos ningún beneficio.

   Kant defiende que es nuestra razón la que nos indica qué leyes morales debemos seguir para comportarnos bien. ... Así, serán leyes morales todas aquellas normas morales que puedan ser entendidas como universales, es decir, las que puedan servir para todos los seres humanos en cualquier circunstancia.

   A esas leyes morales, entendidas como obligaciones o mandatos para todos, sin distinción alguna, las llamó imperativos categóricos.

   Para valorar una acción, Kant considera que debemos tener en cuenta la propia acción en sí, pero sobre todo la voluntad que la ha motivado, es decir, si responde o no a un imperativo categórico. ... Así, en una acción correcta, distingue la que se ha realizado

  • Por deber, si el principio que la ha inspirado es universal, es decir, válido para cualquier ser humano.
  • Conforme al deber, si aun estando de acuerdo con la ley moral, la ha inspirado un motivo egoísta.

La ética existencialista

   Jean-Paul Sartre (1905-1980), uno de los principales representantes de esta corriente, plantea una filosofía pesimista en la que concluye que la vida humana carece de sentido. Asimismo, piensa que el hombre está solo y abandonado y es libre. ... Sin embargo, la libertad no es entendida como un bien, sino como una condena.

   La ética existencialista es una ética del deber que se basa en dos principios:

  • Elegir esto o aquello es dar al mismo tiempo valor a lo elegido, porque siempre elegiremos lo bueno, nunca lo malo.
  • Elegimos como bueno para nosotros lo que pensamos que es bueno para todos.

   La principal diferencia respecto a la ética de Kant es que, para el existencialismo, la razón no siempre indica qué hacer en determinadas situaciones; por tanto, el hombre se verá obligado a elegir una de las opciones, lo que le producirá angustia. Por ello, el ser humano debe construir un proyecto vital en una existencia moralmente comprometida.

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3.5. Éticas dialógicas y de la justicia

Las éticas dialógicas o de la comunicación

   A raíz de los desastres ocasionados por la Segunda Guerra Mundial y el impacto derivado del holocausto judío causado por los nazis, surgieron nuevas éticas basadas en el diálogo y la comunicación. ... Entre éstas cabe destacar la del filósofo alemán Jürgen Habermas (1929).

   Habermas plantea una ética del deber en la que, a diferencia de la de Kant, la universalidad se logra por medio del diálogo.

   Así, una norma adquiere validez universal cuando:

  • Su elaboración se ha conseguido mediante este procedimiento, basado en la comunicación.
  • Podría ser aprobada por todos los afectados en caso de que estos participaran en el diálogo.

   Con la incorporación de la comunicación a la ética, hablante y oyente comparten nociones morales y establecen por consenso las bases de un comportamiento justo y correcto.

   A partir de este planteamiento, algunos filósofos, como el español Javier Muguerza (1936), proponen que, para avanzar hacia una sociedad cada vez mejor y más justa, es necesario mostrar la disconformidad con la situación actual. ... Es precisamente el disenso y no el consenso lo que permite el progreso moral social.

La ética de la justicia de John Rawls

   El filósofo norteamericano John Rawls (1921-2002) publicó en 1971 su Teoría de la justicia. En esta obra plantea que un comportamiento es moralmente aceptable cuando respeta ciertos valores llamados principios de la justicia.

   Estos principios, válidos para toda la humanidad sea cual sea el lugar o el tiempo, serían el resultado de un pacto entre un grupo de individuos que lo ignoran todo de sí mismos, incluida la posición social que ocuparán, para evitar la parcialidad de la búsqueda de los propios intereses.

   Los principios de justicia que regirán la vida social están recogidos en un hipotético contrato y son dos:

  • El principio de la máxima libertad compatible.
  • El principio de justicia social. Este admite ciertas desigualdades con tal de que se respete la igualdad de oportunidades y se promueva un mayor beneficio para los menos aventajados.

3.1. Las teorías éticas

  1. Recuerda:¿qué es la ética? .... R
  2. Cita 5 objetivos fundamentales de la ética. ... R
  3. ¿Qué son las teorías éticas? ¿Qué suponen? ... R
  4. Cita los tres grandes grupos fundamentales de teorías éticas. ... R
  5. ¿Cuál es la pregunta de la que parten las éticas de los fines? ¿Por qué se interesan? ... R
  6. ¿Cuál es la pregunta de la que parten las éticas del deber? ¿Por qué se interesan? ... R
  7. ¿Sobre qué se centran las éticas actuales? ¿Qué proponen las llamadas éticas posmodernas? ... R
Para reflexionar...
                                                                                   
  1. Saber lo que nos conviene, es decir, distinguir entre lo bueno y lo malo, es un conocimiento que todos intentamos adquirir por la cuenta que nos trae.
  2. Lo que determina la bondad o maldad de una acción no son las consecuencias que se derivan de la misma, sino la intención con que se realiza.
  3. Unas teorías éticas defienden que el comportamiento humano se orienta hacia la búsqueda de la felicidad individual; mientras que otras mantienen que se dirige hacia la búsqueda de la felicidad o utilidad del mayor número de personas posible.
  4. Las éticas del deber no se preguntan qué nos hará felices, sino a qué estamos obligados como seres humanos dotados de razón.
  5. Las teorías éticas actuales abordan problemas concretos de nuestro mundo como la violencia masiva, el deterioro del medio ambiente, los avances de las biotecnologías, la desigualdad entre países pobres y ricos, etc.
  6. Elaborar una teoría ética válida universalmente es una tarea imposible.
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3.2. Éticas de los fines. Aristóteles y Epicuro

  1. ¿Quién escribió los primeros tratados sistemáticos de ética? ... R
  2. ¿Cuál es el fin último del ser humano, lo que explica su comportamiento moral, según la teoría ética de Aristóteles? ... R
  3. ¿Cuál es el término utilizado para referirse a la ética de Aristóteles? ¿De qué término griego procede y qué significa? ... R
  4. Aristóteles sostiene que todos los seres humanos desean, por naturaleza, ser felices, pero es evidente que pocos lo consiguen: ¿cuál es la principal razón? ... R
  5. ¿Qué es preciso, según Aristóteles, para no equivocarse y ser felices? ... R
  6. ¿Cómo decide siempre la persona que es prudente, según Aristóteles? ... R
  7. Además del eudemonismo de Aristóteles, ¿cuál fue otra aportación importante de la ética griega? ... R
  8. ¿Cuál es el fin último del ser humano, según la teoría ética de Epicuro? ... R
  9. ¿De qué término griego procede la palabra hedonismo y qué significa? ... R
  10. ¿Cómo se explica, para Epicuro, el comportamiento del ser humano? ... R
  11. ¿Qué dos condiciones se tienen que dar, según Epicuro, para alcanzar el máximo de placer? ... R

Para reflexionar:

  1. Todos los seres humanos desean, por naturaleza, ser felices.
  2. La felicidad, según Aristóteles, no puede fundarse en nada exterior al hombre, como la riqueza, el éxito o el poder, porque esos bienes los podríamos perder todos en cualquier momento.
  3. Sólo los sabios pueden ser felices y sólo los ricos pueden ser sabios.
  4. Cuando Epicuro habla de placeres no se refiere sólo a los corporales, sino -y sobre todo- a los espirituales.
  5. Para los epicúreos el placer consiste, sobre todo, en la ausencia del dolor físico (causado por carencias) y del mental (causado por miedos),
  6. La verdadera felicidad, según enseñó Epicuro, consiste en la serenidad que resulta del dominio del miedo: a los dioses, a la muerte y a la vida futura  (sobre todo)
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3.3. Éticas de los fines. Hume, Bentham y Stuart Mill

  1. Frente al individualismo epicúreo, ¿cuál es el fin último del ser humano, lo que explica su comportamiento moral, según el filósofo escocés David Hume? ... R
  2. Para Hume, no es posible ser felices en solitario; necesitamos la felicidad de los que nos rodean: ¿qué es lo que consideraba muy importante por esta razón? ... R
  3. Según Hume, la ética es un asunto más de sentimiento que de razón: ¿con qué nombre se conoce este tipo de ética? ... R
  4. De acuerdo con el emotivismo moral de Hume, ¿cuándo una acción moral es para nosotros buena o mala? ... R
  5. Como Hume, Jeremy Bentham afirma que el ser humano actúa siempre movido por la búsqueda de la felicidad del mayor número de personas posible. Pero añade un nuevo concepto: ¿cuál? ... R
  6. Bentham introduce, asimismo, la posibilidad de medir los placeres: ¿en qué se diferencian? ¿Qué se puede hacer con ellos desde ese punto de vista? ... R
  7. Por su parte, John Stuart Mill añade a la teoría utilitarista de Bentham que los placeres no sólo se diferencian en lo que se refiere a la cantidad: ¿en qué se diferencian también? ... R
  8. Según Stuart Mill, existen placeres superiores y placeres inferiores: cita ejemplos de ambos grupos. ... R
  9. ¿Cuál es el fin último del utilitarismo de Stuart mill? ¿Qué dos cosas es necesario lograr para alcanzar ese fin? ... R
  10. ¿Cuál es para Stuart Mill la mejor forma de gobierno? ¿Por qué? ... R

Para reflexionar:

Ética emotivista:
  1. Si te decides a ayudar a alguien necesitado de ayuda, son tus sentimientos, no tu razón, lo que te pone en marcha.
  2. Se condena a alguien no porque su acción sea irracional (un acto criminal, p.e., puede ser muy racional), sino por su falta de sentimientos. ...
Ética utilitarista:
  1. Una acción es moralmente buena cuando las consecuencias que resultan de la misma son útiles para el mayor número de personas.
  2. Hay que ocuparse no sólo del desarrollo material de la sociedad, sino también -y sobre todo- del progreso espiritual de los individuos.
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3.4. Éticas del deber. Kant y el existencialismo

  1. A finales del siglo XVIII, el filósofo Immanuel Kant  planteó una ética radicalmente diferente a todas las anteriore: ¿cuál era, en general, el criterio que guía el comportamiento moral, según las éticas anteriores a Kant? ... R
  2. ¿En qué no debe basarse nuestro comportamiento, según Kant? ¿En qué debe basarse nuestro comportamiento? ... R
  3. ¿En qué consiste el deber para Kant? ¿Qué significa el deber? ... R
  4. ¿Quién nos indica, según Kant, las leyes morales que debemos seguir para comportarnos bien? ... R
  5. ¿Qué tipo de normas se constituyen en leyes morales, según Kant? ... R
  6. ¿Cómo llamó Kant a las leyes morales, entendidas como obligaciones o mandatos para todos, sin distinción alguna? ... R
  7. ¿Qué considera Kant que debemos tener en cuenta a la hora de valorar una acción? ... R
  8. Explica claramente los dos tipos de acciones correctas que distingue Kant. ... R
  9. Jean-Paul Sartre, uno de los principales representantes de la corriente existencialista, plantea una filosofía pesimista: ¿cuál es su conclusión acerca de la vida humana? ¿Qué piensa del hombre? ... R
  10. ¿Cómo entiende Jean-Paul Sartre la libertad? ... R
  11. La ética existencialista es una ética del deber que se basa en dos principios: ¿cuáles? ... R
  12. Expón claramente la diferencia principal entre el existencialismo y la ética de Kant. ... R

Para reflexionar:

Ética del deber:
  1. Todos los seres humanos sabemos lo que está bien y lo que está mal, y lo sabemos no sólo porque lo hemos aprendido, sino porque es inherente a nuestra razón.
  2. Las acciones humanas no  pueden estar guiadas por los impulsos, los deseos o las inclinaciones; tienen que estar guiadas  por principios racionales válidos para todos, como estos:
    1. “ Obra siempre de acuerdo a como te gustaría que actuase cualquier otra persona en tu misma circunstancia”.
    2. “Trata siempre a la Humanidad, sea en tu persona o en la de otro, como un fin, y nunca solamente como un medio.”
  3. Nada existe bueno ni malo en el mundo salvo una buena o una mala voluntad, y una voluntad es buena cuando intenta cumplir el deber por puro respeto al deber,  sin ninguna otra clase de intención (sin esperar nada a cambio -ganar un premio o evitar un castigo.)
Ética existencial:
  1. El ser humano es un ser radicalmente libre, y  por tanto, responsable absoluto de todas sus acciones.
  2. Pretender huir de la responsabilidad de nuestras acciones atribuyéndolas a las pasiones, a Dios, al ambiente, a la herencia, etc., no es sino "mala fe", una forma de autoengaño.
  3. Estamos condenados a la libertad: constantemente nos vemos obligados a elegir entre opciones no elegidas.
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3.5. Éticas dialógicas y de la justicia

  1. A raíz de los desastres ocasionados por la Segunda Guerra Mundial y el impacto derivado del holocausto judío causado por los nazis, surgieron nuevas éticas: ¿en qué se basaban estas éticas? ... R
  2. Entre las éticas dialógicas cabe destacar la del filósofo alemán Jürgen Habermas. La ética dialógica de Habermas es también una ética del deber como la de Kant, pero ¿en qué se diferencia de la de Kant? ... R
  3. Según la ética dialógica de Habermas, ¿cuándo adquiere validez universal una norma? ... R
  4. A partir de los planteamientos de las éticas dialógicas, ¿qué proponen algunos filósofos, como el español Javier Muguerza, para avanzar hacia una sociedad cada vez mejor y más justa? ... R
  5. Según la ética de la justicia del filósofo norteamericano John Rawls, ¿cuándo un comportamiento es moralmente aceptable? ... R
  6. ¿De qué tendrían que ser resultado los principios de la justicia para que fueran válidos para toda la humanidad sea cual sea el lugar o el tiempo, según John Rawls? ¿Por qué? ... R
  7. ¿Dónde estarían recogidos los principios de justicia que regirán la vida social? ... R
  8. Cita y comenta los dos principios básicos de justicia, según John Rawls. ... 
Para reflexionar
Ética dialógica:
  1. El diálogo es una buena manera de llegar a un acuerdo sobre cuáles deben ser las leyes morales que orienten nuestra conducta.
  2. Lo que permite el progreso moral de la sociedad no es el consenso sino el disenso.
Ética de la justicia:
  1. Toda la humanidad, sea cual sea el lugar o el tiempo, debería guiarse por unos mismos principios de justicia.
  2. Entre esos principios de justicia universales podrían figurar los siguientes: máxima libertad individual compatible, igualdad material de oportunidades, asistencia universal a los menos aventajados, ...


Cortos de ética y moral para realizar un foro-debate:



                       

miércoles, 14 de abril de 2021

Tema 5: Pensamiento y Lenguaje. PSICOLOGIA DE 2º DE BACHILLERATO

                                       INTELIGENCIA, PENSAMIENTO Y LENGUAJE:

Introducción

Actividad 1: Actividad de introducción

1. EPISTEMOLOGIA GENÉTICA :PIAGET

- Asimilación y acomodación

a) Esquemas: Unidad básica de la actividad mental

b) Maduración

Periodo sensorio-motor 

Periodo preoperatorio

Actividad 2

Periodo de operaciones concretas 

Periodo de operaciones formales 

Actividad 3

2.MEDICIÓN DE LA INTELIGENCIA ÚNICA.

-Alfied Binet

-Théodore Simon

-1927 Spearman 

-Actualidad :Teoría multifactorial

Actividad 3

Actividad 4

3.TEORÍA DE LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES. Howard Gadner. 

Explicar las 7 categorías.

Inteligencia linguística

Inteligencia lógico-matemática

Inteligencia corporal Kinética

Inteligencia espacial

Inteligencia musical

Inteligencia interpersonal 

Inteligencia naturalista.

Actividad 5 y 6

ideo de Gardner sobre inteligencias múltiples ."Redes"



4.INTELIGENCIA EMOCIONAL ( DANIEL GOLEMAN)

Actividad 7

Actividad 8: vídeo .Atrévete a soñar

5.PENSAMIENTO CREATIVO. GUILFROD




jueves, 18 de marzo de 2021

Nietzsche. Criterio 8 .Segundo de Bachillerato. Historia de la Filosofía

Nietzsche.






 Introducción: Vemos presentación y explicación expositiva del profesor




Lluvia de ideas: Activación




Apuntes

Test de Nietzsche

RESUMEN DE NIETZSCHE

Nietzsche  se caracteriza por ser un pensador vitalista e irracionalista.

Vitalismo

Entendido como un sí radical y rotundo a la vida. Basado en lo dionisiaco como concepción o categoría (modo de entender) lo vital.

Lo dionisiaco es la ebria aceptación de la vida, la exaltación desencadenada de los impulsos vitales. Lo dionisíaco busca el desenfreno pasional para lograr lo creativo, lo oscuro. Es en la efervescencia irreverente y desordenada en la exaltación de las pasiones para alcanzar superar las limitaciones que someten la verdadera plenitud humana que se ubica en la irracionalidad humana.

Es admitir que la vida en su esencialidad es producto del azar y del caos. Permitiendo que se viva sin prejuicios, normas, dogmas y reglas

Este vitalismo conduce a la Crítica a cultura occidental que se hace a través de la

Crítica a la Metafísica.

El error fundamental de toda la metafísica desde Sócrates está en la invención de un mundo racional y la desvalorización de lo opuesto a ese mundo racional, el que se ofrece a los sentidos, el mundo del devenir.

La invención del Mundo Racional trae consigo la invención de los conceptos básicos de toda la metafísica tradicional: entidades “racionales” como esencia, substancia, unidad, alma, Dios, permanencia; estas entidades son puras ficciones, nada nos garantiza su existencia, como no sea el prejuicio y el poder fascinador del ejercicio de la razón. Dado que el mundo que se muestra a los sentidos no presenta estas características pues éstos nos ofrecen la corporeidad, lo cambiante, la multiplicidad, el nacimiento y la muerte, los filósofos acaban postulando la existencia de dos mundos, el mundo de los sentidos, pura apariencia, irrealidad, y el Mundo Verdadero, el Ser, dado a la razón, y horizonte último de nuestra existencia. Esto es precisamente lo que Nietzsche llama “platonismo”. La filosofía tradicional comienza con Platón, quien se inventa un mundo perfecto, ideal, absoluto, al que contrapone el desvalorizado mundo que se ofrece a los sentidos.. La filosofía posterior acepta este esquema mental básico, aunque lo exprese con distintas palabras.

Nietzsche considera que en la aparición de la metafísica occidental encontramos dos elementos básicos: uno de índole psicológico, y otro, la fe en el lenguaje.

Origen psicológico de la metafísica: La raíz moral (inmoral, dirá Nietzsche) que motivó la aparición de la filosofía platónica fue el temor a la mutación, la muerte y la vejez, lo que le condujo a inventarse un mundo en donde no estén presentes dichas categorías. Las categorías metafísicas como sustancia, ser, esencia, unidad, son puras invenciones para en ellas encontrar el reposo, la regularidad y calma que realmente no sugiere el único mundo existente, el que se ofrece a los sentidos. La metafísica platónica –y en el fondo, toda la occidental– es un síntoma de resentimiento ante el único mundo existente, miedo al caos

Influencia de la gramática para Nietzsche el lenguaje da lugar a una visión errónea de la realidad:

·       la mayoría de las frases de nuestro lenguaje tienen la estructura sujeto-predicado, estructura que da pie a una interpretación sustancialista de la realidad

·       en nuestro lenguaje son fundamentales las frases con el verbo ser, verbo  que favorece la idea de la existencia de entidades dotadas de rasgos permanentes

·       Si nuestra gramática fuese distinta, nuestra forma de entender el mundo sería también distinta. Sólo la superación de la creencia en la gramática puede superar también la concepción típica de la metafísica tradicional

Crítica a la Moral Tradicional

Nietzsche critica de la moral tradicional su dogmatismo moral y  su carácter antivital. El dogmatismo moral presenta las dos características siguientes: consideración de los valores morales como valores objetivos y universalidad de los valores morales:

Crítica a la consideración objetiva de la moral: Platón situó los valores en el mundo eterno e inmutable de las Ideas, el cristianismo los sitúa en el ámbito eterno e inmutable de la mente de Dios. Pero la moral tradicional, dice Nietzsche, se equivoca totalmente: los valores morales no tienen una existencia objetiva, no existe un ámbito en el que se encuentren los valores como realidades independientes de las personas. Los valores los crean las personas, son proyecciones de nuestra subjetividad, de nuestras pasiones, sentimientos e intereses, los inventamos, existen porque nosotros los hemos creado. Sin embargo, es frecuente olvidar este hecho, de ahí que habitualmente los vivamos como objetivos y los sintamos como mandatos, como exigencias que vienen de fuera (de la ley de Dios o de la conciencia moral). El dogmatismo moral consiste precisamente en olvidar que los valores dependen de nosotros

Universalidad de los valores: como consecuencia de la creencia en el carácter independiente de los valores, la moral tradicional creyó también que las leyes morales valen para todos los hombres: si algo es bueno es bueno para todos, si algo no se debe hacer no es correcto que lo haga nadie. Esto es, precisamente, lo que indicaba el imperativo categórico kantiano y la conclusión a la que se podía llegar también a partir de la consideración tomista de la ley moral como consecuencia de la ley natural, y ésta de la ley eterna. Nietzsche niega este segundo rasgo del dogmatismo moral: si realmente los valores existiesen en un Mundo Verdadero y Objetivo podríamos pensar en su universidad, pero no existe dicho Mundo, por lo que en realidad los valores se crean, y por ello cambian y son distintos a lo largo del tiempo y en cada cultura.

La moral tradicional es antivital: el criterio utilizado para esta apreciación es el de la fidelidad a la vida: los valores de la moral tradicional son valores contrarios a la vida, contrarios a las categorías básicas que parecen estar involucradas en la vida. La moral tradicional (la moral cristiana) es “antinatural” pues presenta leyes que van en contra de las tendencias primordiales de la vida, es una moral de resentimiento contra los instintos y el mundo biológico y natural. Esto se ve claramente en la obsesión de la moral occidental por limitar el papel del cuerpo y la sexualidad.

El dogmatismo moral tiene varias implicaciones (para Nietzsche “patológicas”): la idea de pecado y de culpa, y la de la libertad. La idea de pecado es una de las ideas más enfermizas inventadas por la cultura occidental: con ella el sujeto sufre y se aniquila a partir, sin embargo, de algo ficticio; no existe ningún Dios al que tengamos que rendir cuentas por nuestra conducta, sin embargo el cristiano se siente culpable ante los ojos de Dios, se siente observado, cuestionado, valorado por un Dios inexistente, del que incluso espera un castigo; situación paradójica por cuanto este Dios y los propios valores morales son una creación de él mismo.

Crítica a la Religión y la muerte de Dios

Nietzsche considera que la religión cristiana lleva hasta el final el desprecio por la vida característico de la cultura occidental desde Sócrates y Platón. Su superación radical es necesaria para la aparición del hombre nuevo, del superhombre.

 

Para entender su crítica al cristianismo se debe recordar que la religión no es una experiencia verdadera pues no es experiencia de una entidad real, de una entidad que realmente exista; dicho de otro modo, Nietzsche considera verdadero el ateísmo y falsa toda creencia en lo sobrenatural. Aceptado este principio, la tarea que se propone Nietzsche es comprender cómo es posible que durante tanto tiempo se haya creído en esta ilusión. Y la solución que presenta es la misma que le sirve para explicar la aparición de las construcciones metafísicas que con tanta dureza ha criticado (la ciencia, la metafísica): el estado de ánimo que promueve el éxito de las creencias religiosas, de la invención de un mundo religioso, es el de resentimiento, el de no sentirse cómodo en la vida, el afán de ocultar la dimensión trágica de la existencia. Nietzsche se enfrenta a los siguientes elementos de la religión cristiana:

1. La “metafísica cristiana”: Nietzsche resume la concepción del mundo propia del cristianismo indicando que esta religión es “platonismo para el pueblo”: el espíritu que anima al cristianismo es exactamente el mismo que animó a Platón, la incapacidad vital para aceptar todas las dimensiones de la existencia y el afán de encontrar un consuelo fuera de este mundo. El cristianismo no añade nada esencialmente nuevo a la filosofía platónica; el cristianismo presenta una escisión en la realidad: por un lado el mundo verdadero, eterno, inmutable, en donde se realiza el Bien, la Verdad y la Belleza, y por otro el mundo aparente, cambiante, abocado a la muerte e imperfecto; por un lado el mundo del espíritu, por otro el mundo de la corporeidad. El cristianismo traduce la filosofía platónica en términos comprensibles para todo el mundo. Por esta razón las críticas al platonismo valen también para el cristianismo.

2. La moral cristiana: con el cristianismo triunfa una moral que reivindica valores propios de lo que llama Nietzsche “moral de esclavos”, los valores de la humildad, el sometimiento, la pobreza, la debilidad, la mediocridad. El cristianismo, dice Nietzsche, solo fomenta los valores mezquinos: la obediencia, el sacrificio, la compasión, los sentimientos propios del rebaño; es la moral vulgar, la del esclavo, la moral de resentimiento contra todo lo elevado, lo noble, lo singular y sobresaliente; es la destrucción de los valores del mundo antiguo, la peor inversión de todos los valores nobles de Grecia y Roma. Con el cristianismo se presenta también una de las ideas más enfermizas de nuestra cultura, la idea de culpabilidad, de pecado, de la que sólo se puede huir con la afirmación de la “inocencia del devenir” o comprensión de la realidad y de nosotros mismos como no sometidos a legalidad alguna, a ningún orden que venga de fuera, con la reivindicación de la conducta situada “más allá del bien y del mal”.

3. Influencia “perversa” del cristianismo: con el triunfo de esta religión, todo el pensamiento occidental queda viciado por su punto de vista, es el corruptor de la filosofía europea

4. Valoración de Jesús: sin embargo, Nietzsche no valora tan negativamente la figura de Jesús ni del cristianismo primitivo: haciendo una lectura muy distinta a la tradicional, considera que lo que ahora entendemos por cristianismo debe mucho más a San Pablo que a Jesús. Para Nietzsche Jesús se presenta como un revolucionario, un anarquista contrario a todas las manifestaciones del orden, fundamentalmente del poder religioso tradicional, como uno de los más destacados defensores de la renuncia a la violencia y a los brillos mundanos de sus contemporáneos; y por esta actitud subversiva fue crucificado

5.     Politeísmo frente a monoteísmo: para Nietzsche, aunque todas las religiones son falsas, unas son más adecuadas que otras. El politeísmo es falso pero expresa mejor la riqueza de la realidad que el monoteísmo; el politeísmo no se ha separado radicalmente de la vida: en el mundo de los olímpicos, por ejemplo, se refleja la pluralidad y riqueza de la realidad, tanto sus aspectos luminosos, ordenados y positivos como los aspectos oscuros, caóticos y negativos; el monoteísmo (el "monótonoteísmo") representa el extravío de los sentidos, el invento de un transmundo, la desvalorización del verdadero mundo y la máxima hostilidad a la naturaleza y a la voluntad de vida. El concepto de Dios sirve para objetivar los valores en los que cree una cultura, así el Dios cristiano representa los valores negativos y contrarios a la vida, los valores de la impotencia, mientras que el mundo divino propuesto por el politeísmo representa los valores afirmativos, la fidelidad a la Naturaleza

La muerte de Dios     

La superación del cristianismo (y la consiguiente “muerte de Dios”) ya iniciada por la Ilustración es fundamental para la transmutación de todos los valores, para la recuperación de los valores de la antigüedad perdidos tras la aparición de esta religión y de la filosofía.

Una primera y elemental aclaración es que cuando Nietzsche predica la muerte de Dios no quiere decir que Dios haya existido y después haya muerto (un absurdo). Nietzsche nunca creyó en la existencia de Dios. Es el hombre el que crea a Dios. La creencia en Dios es una consecuencia de la vida decadente, de la vida incapaz de aceptar el mundo en su dimensión trágica; parece apelar a una motivación psicológica: la idea de Dios es un refugio para los que no pueden aceptar la vida.         Nietzsche sí considera que estamos ante un acontecimiento actual: no explica las razones históricas que han dado lugar a la creencia en Dios, ni las que han dado lugar a su descrédito, pero parece indicar que estamos en un tiempo histórico clave pues en él asistimos a su necesario final.

Cuando Nietzsche se refiere a Dios se refiere al dios de la religión, particularmente del cristianismo, pero también a todo aquello que puede sustituirle, porque en realidad Dios no es una entidad sino un lugar, una figura posible del pensamiento, representa lo Absoluto. Dios es la metáfora para expresar la realidad absoluta, la realidad que se presenta como la Verdad y el Bien, como el supuesto ámbito objetivo que puede servir de fundamento a la existencia por encontrarse más allá de ésta y darle un sentido. Todo aquello que sirve a los hombres para dar un sentido a la vida, pero que sin embargo se pone fuera de la vida, es semejante a Dios: la Naturaleza, el Progreso, la Revolución, la Ciencia, tomadas como realidades absolutas son el análogo a Dios. Cuando Nietzsche declara que Dios ha muerto quiere indicar que los hombres viven desorientados, que ya no sirve el horizonte último en el que siempre se ha vivido, que no existe una luz que nos pueda guiar de modo pleno. Esta experiencia de la finitud, del sentirse sin remedio desorientado es necesario para empezar un nuevo modo de vida. De ahí que la muerte de Dios sea  la condición para la aparición del superhombre.

De la muerte de Dios al Nihilismo.

Hasta ahora, considera Nietzsche, no se han sacado todas las consecuencias a la muerte de Dios. Es más, dicha muerte es insoportable para aquellos que se sienten incapaces de crear sus propias verdades, pues desde su lúcida debilidad saben que de la muerte de Dios ellos no pueden sacar nada. Son los nihilistas, los auténticos huérfanos de Dios, aquellos que, con la muerte de Dios y lo que éste representa (el trasmundo), han perdido toda realidad y toda referencia, pues los valores que sobre ese Dios se sustentaban ya no valen (ya no tienen valor).

El nihilismo no es una doctrina filosófica, sino un movimiento histórico, el movimiento histórico peculiar de la cultura occidental. No se trata de un fenómeno parcial, ni de una edad concreta, sino de la esencia de todo un destino: el destino de los pueblos occidentales. En la meditación sobre el nihilismo se toma como objeto lo sucedido con la verdad del mundo suprasensible, junto con las relaciones de ésta con la esencia del hombre.

La muerte de Dios significa que el mundo suprasensible ha perdido en su totalidad su pretendida función ordenadora de las existencias humanas y que, por tanto, el hombre se ha quedado sin brújula, sin sentido que darle a esta vida. Sin Dios y sin mundo suprasensible, el hombre ha perdido totalmente la orientación en el mundo. Pensar a fondo la esencia del nihilismo no es, por tanto, otra cosa que repensar hasta sus últimas consecuencias a la metafísica tradicional en tanto que distingue entre un mundo suprasensible y otro sensible, convirtiendo a aquél en fundamento de éste.

Pero el nihilismo posee dos caras:

·       una negativa, es el nihilismo pasivo, el nihilismo como esencia de la tradición platónico-cristiana, que ha puesto como verdaderamente real a la otra vida y al otro mundo, que en realidad no son nada, o, mejor dicho, son nada

·       otra positiva, nihilismo activo, el nihilismo como reconocimiento de las condiciones por las que Occidente ha llegado a ser nihilista; en este sentido es como se alumbran los intentos de escapar del nihilismo.

Nietzsche señala tres grandes "momentos" del movimiento nihilista:

a)   Nihilismo como consecuencia inmediata que sigue a la destrucción de los valores que habían estado vigentes hasta ahora; es el momento de la tremenda duda, de la desorientación radical y de la pérdida de sentido.

b)   Nihilismo como afirmación del propio proceso nihilista en tanto que consecuencia necesaria, dada la esencialidad del pensamiento platónico-cristiano; es el momento de la reflexión, del distanciamiento con respecto a esta tradición.

c)    Nihilismo como punto de inflexión hacia una nueva perspectiva del ser y del hombre; es el momento de la nueva valoración sobre la vida, de la transvaloración (la gran "aurora"). Se abren, así, las puertas de una nueva ontología y una nueva antropología.

Del Nihilismo activo a la transvaloración moral y el ideal del superhombre.

Hasta ahora —dice Nietzsche—, la humanidad ha valorado todo lo que se opone a la vida, y la moral vigente (platónico-cristiana) procede de un espíritu enfermo y decadente, incapaz de asumir que no hay más mundo que éste ni más vida que ésta, incapaz de asumir la fugacidad y caducidad de todo lo real y, por ello, creadora de trasmundos. Hay, pues, que invertir los valores, valorar y afirmar de nuevo la vida. Transvaloración de todos los valores, ésta es mi fórmula. Hay que recuperar la inocencia primitiva y estar más allá del bien y del mal.

La vida es el fundamento último de todos los valores; éstos sólo existen en la medida en que la vida los dicta. Ahora bien, la vida la entiende Nietzsche como voluntad de poder, y tiene dos formas de manifestarse: el poder y la impotencia. Puede adoptar el carácter de la fuerza, de los instintos belicosos, inquebrantables, de la vitalidad elevada, o puede tomar el aspecto de la atrofia de los instintos, de una pérdida de instintos. La moral se deriva de la vida a través de los valores, consecuentemente, Nietzsche va a hacer una distinción entre una moral de señores y una moral de esclavos . Hay valores que brotan de la vida rebosante, de la vida que se prodiga (moral de señores), y otros que nacen de la indigencia y de la miseria de los perjudicados por la vida, de los enfermos, de los débiles, los miserables y los agobiados (moral de esclavos). El guerrero tiene las virtudes del cuerpo; el sacerdote inventa el espíritu. Los sacerdotes son los máximos odiadores de la historia universal; también los odiadores más ricos de espíritu. De la rivalidad entre la casta guerrera y la casta sacerdotal deduce Nietzsche el salto de la moral de señores a la moral de esclavos.

Los sacerdotes son los señores desposeídos que movilizan contra los guerreros a todos los débiles, a todos los enfermos, a todos los fracasados. En la historia universal Nietzsche ve en los judíos este movimiento indirecto, espiritualizado de poder. Ellos son, para él, el genio del rencor. No es que Nietzsche sea un antisemita. Sólo ve en los judíos —el pueblo sacerdotal— la rebelión contra todo lo señorial y noble. “Han sido los judíos los que, con una consecuencia lógica aterradora, se han atrevido a invertir la identificación aristocrática de los valores (bueno = noble = poderoso = bello = feliz = amado de Dios) y han mantenido con los dientes del odio más abismal (el odio de la impotencia

Moral de señores   

Moral de esclavos  

voluntad de jerarquía, de excelencia     

voluntad de igualdad 

ama lo que eleva, lo noble      

resentimiento contra la vida superior   

 quiere la diferencia     

iguala, censura la excepción      

 es la moral del héroe, del guerrero, del que no teme el dolor ni el sufrimiento    

glorifica lo que hace soportable la vida  a  los pobres, los enfermos y débiles de espíritu, la concordia 

 

·    

    altruismo, hermandad entre los hombres

  es la moral de la persona que crea valores

      se encuentra con los valores dados  

      ama la muerte de Dios

    ama y teme a Dios

 

La transmutación de los valores es la superación de esta moral de esclavos para recuperar de nuevo la moral aristócrata, y permite el triunfo del código moral del superhombre.

El superhombre

La transvaloración de todos los valores debe preparar el mundo para el advenimiento de la superación del hombre actual. Esta superación se simboliza en Nietzsche en el término superhombre. En la transvaloración se busca la superación de la decadencia y la moral de esclavos por medio de la creación de unos valores que afirmen la vida terrenal, pues no hay otra. Pero esa afirmación debe ser incondicional, total. Sólo el superhombre es capaz de esa infinita afirmación de la vida y por eso Nietzsche le llama el sentido de la tierra, y plantea que es un ser que todavía no existe, pero que indica la meta de su existencia. El superhombre, que asume la muerte de Dios, es decir, el fin del idealismo perdido en el más allá, ve en éste tan sólo un reflejo utópico de la tierra y devuelve a la tierra lo que ella había prestado y lo que se le había robado, renuncia a todo lo ultramundano. Donde se hallaba antes Dios para el hombre prisionero de su autoalienación se encuentra ahora la tierra.

En Así habló Zaratustra nos explica Nietzsche mediante un discurso, "De las tres metamorfosis", el tránsito del hombre al superhombre. Lo que en este texto se nos narra es la transformación del camello en león y la de éste en niño. El camello simboliza a los que se contentan con obedecer ciegamente, a los débiles incapaces de crear valores, a aquellos que están sometidos, de manera resignada y voluntaria, al mandamiento de tú debes (en definitiva, al cristianismo y, en general, a cualquier moral de índole idealista). El león es el gran negador, el nihilista que niega todos los valores tradicionales. El león es quien se rebela contra la moral idealista, con su base transcendente (su mundo inteligible) y se crea su propia libertad. Pero se trata de una libertad negativa, una libertad que dice no (no a Dios, no a los valores antiguos, no a la trascendencia...). El león contrapone al tú debes, que domina al camello, su soberano yo quiero. Pero la libertad del león que dice no no es lo último. La libertad negativa (libertad de) no es aún la libertad para (para crear una nueva tabla de valores). Todavía hay demasiada lucha y demasiada defensa en el yo quiero del león. Por eso, el león ha de transformarse en niño, libre ya de toda carga y con capacidad para crear nuevos valores, los valores de la vida y de la tierra. “Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí. Sí, hermanos míos, para el juego del crear se precisa un santo decir sí: el espíritu quiere ahora su voluntad, el retirado del mundo conquista ahora su mundo.”.

Frente al "tú debes" del camello y el "yo quiero" del león, el niño proclama un inocente "yo soy". El niño no se avergüenza ya de sus instintos vitales. Al contrario, es a partir de ellos desde donde va a crear la nueva tabla de valores, valores afirmativos (que dicen "sí" a la vida y al mundo).

Con la muerte de Dios, la vida se torna experimento, juego, aventura. El niño (superhombre) sabe que ha sido el mismo hombre quien ha creado los valores del mundo suprasensible y que, por tanto, lo único que posee carácter de obligatoriedad es la vida misma. El niño no tiene prejuicios, es inocente, juega con la vida solamente. Es él quien decide qué es lo bueno y que es lo malo, porque se ha situado más allá del bien y del mal, porque sabe que bueno es lo que afirma la vida, lo que la hace crecer, y que malo es lo que la niega, lo que la hace mermar. El superhombre no tiene necesidad de crearse subterfugios, nuevos mundos. Le bastan esta vida y este mundo y los afirma, en su finitud, de manera infinita

En esta lucha contra la metafísica occidental y, a la vez, afirmación de la inmanencia, Nietzsche va a introducir un elemento fundamental: la voluntad de poder. No la define claramente en ningún sitio, pero se refiere a ella con mucha frecuencia.

De entrada es más fácil decir qué no es la voluntad de poder:

            no es la voluntad como facultad del alma de la que nos habla la psicología tradicional y que sería una pura disposición vacía que en cada caso se llenaría con una apetencia concreta;

            no es la voluntad de la que hablaba Schopenhauer, que era una mera voluntad de existir, puramente conservadora y reactiva;

            no es la voluntad pasiva, la voluntad de obedecer, o la voluntad de la nada del nihilismo (voluntad aniquiladora únicamente);

            no es la voluntad de verdad del hombre teórico (simple reflejo pasivo del mundo);

            no es la voluntad que busca el placer y evita el dolor (el dolor no es, según Nietzsche, algo negativo: actúa como estimulante de la voluntad);

            no es, simplemente, una voluntad de vida; al contrario, la misma vida es voluntad de poder.

De forma positiva, podríamos decir que la voluntad de poder es la voluntad de ser más, de vivir más, de superarse, de demostrar una fuerza siempre creciente; en una palabra, es voluntad de crear. La voluntad de poder va, en Nietzsche, ligada a otro elemento: la fuerza. De entrada, podemos decir que fuerza es lo que puede. Todos los cuerpos, todas las realidades que existen son combinaciones de fuerzas en tensión, que se contraponen, se subyugan y se complementan: unas dominan y otras son dominadas. Esto equivale a decir que las fuerzas son desiguales, diferentes. Precisamente, la constatación física fundamental de la doctrina de la voluntad de poder es la inexistencia de un equilibrio posible de fuerzas en el caos. Es preciso hablar de caos y no de cosmos, pues el concepto de cosmos presupone ya la noción de equilibrio, mientras que la idea de caos como correspondiente a la totalidad de lo real descarta la posibilidad de un equilibrio (que, de poder darse, se habría dado ya y para siempre, porque tiempo infinito ha tenido para ello) y subraya la imagen cambiante de la diferencia jerárquica de fuerzas.

Las fuerzas no conocen el equilibrio, la inmovilidad. Pues bien, la voluntad de poder es un poder inscrito en la fuerza, algo que faltaba al viejo concepto físico de energía; de ella dependen:

 

a)          la diferencia de cantidad entre las distintas fuerzas y, por ende, la cualidad de cada fuerza,

b)          las incesantes rupturas de todo equilibrio aparente, el movimiento incesante y la perpetuación del carácter caótico de la totalidad.

 

La voluntad de poder nos permite subrayar el carácter ficticio de la ciencia: no hay leyes ni necesidad en los acontecimientos, sino acción y resistencia, violencia y antiviolencia, poder que en cada momento llega hasta donde puede, hasta el final de su poder, es decir, poder sin meta, sin justificación, caos y no cosmos, sin parecido con la construcción que nuestra conciencia proyecta sobre él —leyes, necesidad, fines, justificación o condena—.

La teoría del eterno retorno

Si la voluntad de poder se convierte en el elemento ontológico explicativo por excelencia, el planteamiento del eterno retorno de lo idéntico constituirá la piedra de toque de la moral de los nuevos valores afirmativos. Esta teoría es, en apariencia, cosmológica: supone una descripción de la estructura temporal del universo. Todo vuelve a ocurrir una y otra vez, es decir, todo está escrito, cerrado, es necesario. El sentido de la teoría, sin embargo, va más allá de la cosmología, y se dirige a la moral. El eterno retorno se plantea como una prueba para el hombre, como una prueba que sólo puede superar el superhombre.

La prueba del eterno retorno es una prueba para el querer, para la capacidad de afirmación. Nietzsche quiere hacer de la tierra, de este mundo (el único), el último criterio. No hay más mundo que éste ni más vida que ésta. no son las acciones lo que vuelven, sino todo lo que hay o ha habido, todo lo que es o ha sido. El querer entonces se encuentra con una dificultad para aceptar el mundo, la tierra, tal cual son, con todos sus elementos placenteros y dolorosos.

Esta aceptación, esta afirmación del mundo, de la propia vida, del sentido de la tierra, es lo que da sentido a todo el pensamiento de Nietzsche y a su crítica a la cultura occidental. Esta afirmación de una voluntad que da sentido a lo que hay por medio de su decisión: yo lo quise así. Esta afirmación que no admite subterfugios ni limitaciones y que implica la superación del resentimiento y de los planteamientos trasmundanos, que implica una fuerza exuberante, que, en pocas palabras, define al superhombre y lo distingue del hombre occidental, ligado aún a la cultura de la crisis.

El eterno retorno simboliza, en su eterno girar, que este mundo es el único mundo (una historia lineal conduce hacia otro mundo); además, afirma que todo es bueno y justificable (puesto que todo debe repetirse). Todo se repite porque siempre es presente y no hay futuro trascendente. Sólo tenemos el hoy y siempre será hoy. El presente de la vida siempre se repite.

 


lunes, 1 de marzo de 2021

TRABAJO DE CAMPO. Unidad : De dónde venimos y a dónde vamos ( Criterio 6).

  UNIDAD : DÓNDE VENIMOS Y A DÓNDE VAMOS.







Tarea : Nos vamos a convertir por varias semanas en antropólogos debemos hacernos con el material necesario para llevar a cabo nuestro trabajo de campo.

Vídeo :"La odisea de la especie"


Materiales:                                                  

Cuaderno pequeño 

Forrar las tapas  

Hacer un índice

Fotocopias                                          


Actividad de campo 1: Presentación del trabajo (Puedes ayudarte del vídeo)

Actividad de campo 2: La hominización.

  • Definición y características.
  • Esquema : desde los primeros homínidos hasta el homo sapiens.
  • Los distintos homínidos: nómbralos
Actividad  de campo 3: ¿Quién fue Lucy la Australopitecus?
Actividad de campo  4: ¿Quién es Carlos Lineo?
Actividad de campo  5: Principales teorías.
  • Fijismo
  • Transformismo
  • Darwin
  • Teoría Sintética o neodarwinismo.
Actividad de campo 6: Humanización : Definición y factores
Actividad de trabajo 7: Implicaciones filosóficas del evolucionismo
Conclusión.


                                                                                   Marina Toste. Departamento de Filosofía 

viernes, 12 de febrero de 2021

Tema 4: Aprendizaje y memoria. 2º de Bachillerato .Psicología( Criterio 5 y 6)

                                            Aprendizaje y memoria


                                   APRENDIZAJE
1. Aprendizaje
Actividad 1 : Definir aprendizaje y realiza las preguntas iniciales.
2. Patrones innatos de conducta.
Actividad 2: Define reflejos y realiza la actividad de investigación 2.
3.Pautas fijas de acción(instintos) ¿Qué son ?
4. Aprendizaje . Condicionamiento clásico. Pavlov.

Realiza las actividades 3 , leer texto ( estímulo incondicionado el condicionado , la respuesta incondicionada y condicionada) y 4, examina el proceso de condicionamiento) .
5.Condicionamiento operante o instrumental. Skinner. 
Realiza las actividades 5,6,7,8,9.
6. Aprendizaje social.
Realiza la actividad 10
7. Aprendizaje cognitivo.
Realiza las actividad 11,12.




                                       MEMORIA

1. Leemos la introducción. 
Actividad 1
2. Bases fisiológicas y complejidad de la memoria.
Tres funciones :
 Codificación
 Almacenamiento
 Recuperación. Escribe el significado de cada una de ellas.
3. Estructura y funcionamiento de la memoria
Realiza una lectura de este epígrafe y contesta : Cómo es la estructura de la memoria y cómo funciona .
4. Sistemas de memoria 
Realiza la actividad 4" Busca en tu memoria"
5. La recuperación de la información : Recuerdo y Olvido
Realiza las actividades 5,6,7
6. La Memoria colectiva.
Realiza la actividad 8
7. Distorción y alteraciones de la memoria
Realiza la actividad 9